- No te bañes en perfume: Imita el efecto del rocío, echando perfume frente a ti con un vaporizador, para luego caminar sobre el lugar en que rociaste la fragancia. El aroma que quedará impregnado en ti será súper sutil.
- Escoge productos de fragancias similares a la de tu perfume: Por ejemplo, si tu perfume tiene olor a vainilla, opta por jabones, geles de ducha y cremas de ese mismo aroma. Así, tendrás una vibra aromática mucho más coherente y no estarás oliendo a muchas cosas a la vez ¡Te podrías marear!
- Aplica perfume en las zonas donde late el pulso: Hablamos de las muñecas, rodillas, cuello, y detrás de las orejas. Es preferible aplicarlo sobre estas zonas, porque en ellas la temperatura corporal es más alta y el perfume se evaporará más lentamente, prolongando su fijación.
- Aplica perfume justo después de la ducha: Aprovecha que tus poros están más abiertos debido al vapor. Esto ayudará a que el perfume cale más profundo en tu piel, produciendo una fijación mayor.
- Hidrata tu piel antes de aplicar perfume: El perfume no se fija bien en pieles muy secas. Si es tu caso, asegúrate de hidratar bien tu piel antes de aplicar el perfume.
- Mantén tu perfume en lugares frescos y con poca luz: La temperatura y los rayos del sol afectan directamente a la composición de los perfumes. Algunas personas dicen que dejarlo en el refrigerador es la mejor forma de conservarlo, aunque no sabemos de ningún estudio que lo avale ¡Por qué no intentarlo!
